martes, 19 de agosto de 2008

Raul Pellegrin


"Pondremos la Dignidad de Chile tan alta como la Cordillera de los Andes"

Raúl Pellegrín
(Comandante José Miguel)

Otro principal protagonista del proceso revolucionario chileno es Raúl Pellegrín, el Comandante José Miguel del FPMR, a quien el golpe militar y el exilio en Alemania lo sorprende a los 15 años de edad.

En 1976 su familia se traslada a Cuba y asume la carrera militar incorporándose a las Fuerzas Armadas Revolucionarias Cubanas logrando el grado de subteniente.

A fines de 1978, Raúl, junto a otros oficiales chilenos de distintos partidos de la izquierda, se incorporan a la lucha revolucionaria en Nicaragua, como asesor militar de una columna guerrillera en el Frente Sur, destacándose rápidamente en el combate.

Diversos testimonios nos revelan cómo solía criticar las actitudes conservadoras, el aferramiento a lo tradicional, la incapacidad de debatir en profundidad y apegarse a los formalismos, él exigía tenacidad, audacia, abnegación, madurez….

Después de la experiencia nicaragüense, Raúl Pellegrín regresa a Chile y entra a formar parte de la Comisión Militar del Partido Comunista Chileno y a ser el principal mando del FPMR. El Desarrollo del Frente, su organización, la evolución de las técnicas operativas, están relacionadas directamente con él, que asume los nombres de "José Miguel" o "Rodrigo". Su aporte político es determinante en todo el proceso de creación del FPMR y en el proceso de separación del PC chileno, debido a profundas diferencias de orden político-ideológicas, así como en el diseño estratégico del Frente como organización independiente.

Líderes como "Rodrigo", y también "Tamara", son los dirigentes preocupados del profesionalismo de los combatientes, del bienestar humano de los mismos, que desarrollan todo un código poético y lenguaje propio en el FPMR, que buscan formar luchadores impregnado de la esencia del pueblo, es el hombre obstinado en erradicar vicios y costumbres muñequeras y politiqueras para construir un tipo de rodriguista transparente, sin dobles discursos, consecuente.

El 21 de octubre de 1988, en el marco del proyecto de Guerra Patriótica Nacional (GPN), participa directamente en las acciones que se desarrollan en La Mora, Aguas Grandes, Pichipellahuén y Los Queñes. Decidido a ponerse a la cabeza de estas, señala con su ejemplo que no se puede ser un conductor sin asumir los riegos de ir en la primera línea, demostrando, empujando y señalando los caminos.

Esa actitud le costo la vida luego a manos de las fuerzas represivas. Sin embargo, esta misma actitud y el aporte político de Raúl, se transformarían en los cimientos sobre los que hoy el rodriguismo construye su nuevo proyecto político.


Nadie podrá acallar tu voz, Comandante José Miguel
Raúl Alejandro Pellegrin Friedman nació en Santiago de Chile el 28 de Octubre de 1958, en el barrio Independencia. Segundo hijo de matrimonio de militantes comunistas que en 1960 viajan a Cuba para incorporarse a las tareas de construcción del socialismo. Regresa a Chile en 1964 y estudia en la Alianza Francesa donde va destacando como líder de grupo y por sus condiciones de nadador. Participa de los trabajos voluntarios convocados en apoyo al Gobierno de Allende y estando en uno de ellos, en Combarbalá, ingresa a las JJCC. El golpe de estado lo sorprende en Isla de Pascua, en una gira de estudios y a su regreso, ingresa junto a su familia a refugiarse en la Embajada de Alemania viajando posteriormente a ese país. A los 15 años participa de las actividades del exilio: Organiza el conjunto folcklórico "Victor Jara" y las Juventudes Comunistas chilenas de la localidad. Estudia Ingeniería inicialmente en Alemania, terminando un ciclo en una Universidad francesa, por correspondencia.

En 1976 su familia se traslada a Cuba y asume la carrera militar incorporándose a las FAR cubanas y logrando el grado de Subteniente.

A fines de 1978, Raúl, junto a otros oficiales chilenos de distintos partidos de la izquierda chilena, se incorporan a la lucha Revolucionaria en Nicaragua, como asesor militar de una columna guerrillera en el Frente Sur, destacándose en las acciones combativas.

El Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de Nicaragua testimonia: "En ese tiempo lo nombraron asesor de la Segunda Región Militar. Era un hombre de tremenda nobleza, puro e inteligente. Muy creativo y con tremenda disposición para el trabajo. Se casó con Panchita, la Capitán Francisco Herrera, con la cual tuvieron una hija, Carla Iskra. El ayudó mucho a la formación combativa de nuestras tropas". La capitana Francisca Herrera, su esposa, cuenta que solía criticar las actitudes conservadoras, el aferramiento a lo tradicional, la incapacidad de debatir en profundidad y apegarse a los formalismos. "El exigía tenacidad, audacia, abnegación, madurez ...".

Después de permanecer apoyando la lucha en Nicaragua, Raúl Pellegrín regresa a Chile y entra a formar parte de la Comisión Militar del Partido Comunista y de ser el principal mando del FPMR. El desarrollo del Frente, su organización, la evolución de las técnicas operativas, están relacionadas directamente con él, que asume los nombres de "José Miguel", "Rodrigo" o "Ricardo". Su aporte político es determinante en todo el proceso de creación del FPMR y en el proceso de ruptura con el P.C., así como en diseño de la estrategia de Guerra Patriótica Nacional y en las acciones posteriores.

La formación política, técnica y moral que desarrolló "Rodrigo" es señalada en numerosos testimonios. Es el dirigente preocupado del profesionalismo de los combatientes, del bienestar emocional de los mismos, el que desarrolla todo un código poético y lenguaje propio del FPMR rescatando las tradiciones de la lucha por la Independencia, es el que busca formar combatientes impregnados de la esencia humana del pueblo, es el hombre obstinado en erradicar vicios y costumbres muñequeras y politiqueras para construir un tipo de rodriguista transparente, sin dobles discursos, consecuente.

"Rodrigo nos ayudaba con una crítica muy fuerte. Había que conocerlo para comprenderlo bien. Su preocupación por la gente era constante, un rasgo muy típico de él. Sintetizaba lo que es humildad, sencillez, la sensibilidad de un revolucionario ..." cuenta un Rodriguista.

Otro testimonio señala: "... El establecía de inmediato relaciones de principio con uno. Eran relaciones muy profundas, de mucho respeto. No estaba con el manotazo en la espalda. 'Buenos días', la mano firme, 'asiento' y empezaba el diálogo no dejando lugar para el chistecito ... Se imponía por presencia. Le gustaba el Colo-Colo e iba al Estadio confundido con la masa, le gustaba el conjunto 'Los Prisioneros', la 'Nueva Trova', la interpretación del clavecín ...".

En medio de la discusión con el PC, "Rodrigo" escribe una carta que alcanza circulación restringida, y que retrata su pensamiento.

"... Las soluciones que se están adoptando implican que el Partido hace abandono del trabajo militar. Creo que existen responsabilidades personales que la historia del movimiento revolucionario en Chile no podrá olvidar. Formado como comunista, como oficial del partido de Recabarren, asumo la mía, con transparencia, con modestia y con dignidad. Opino que si se ponen jefes militares que la base no respeta, los militantes del Frente no se subordinan a ellos, y esta subordinación es esencial en una fuerza militar, quien crea que en una fuerza armada las cosas se arreglan entre amigos quiere decir que no tiene una remota idea de lo que es una fuerza militar ni menos una fuerza capaz de hacer cambios revolucionarios. Para que esta fuerza sea revolucionaria tiene que haber cariño por los mandos, confianza en su capacidad de dirección, en su prestigio demostrado en los hechos ...".

El 26 de Octubre de 1988 "Rodrigo" participa directamente en las acciones programadas y que se desarrollan en La Mora, Aguas Grandes, Pichipellahuén y Los Queñes. Decidido a ponerse a la cabeza de las acciones, señala con este ejemplo que no se puede ser conductor de una vanguardia sin asumir los riesgos de ir en la primera línea de combate, demostrando, empujando, señalando los caminos por donde se ha de transitar. En Los Queñes, luego de la toma del poblado y la propaganda armada realizada, se procede a un repliegue dificultado por el cerco represivo. El grupo de combatientes decide separarse y algunos de ellos son detenidos. Días después, en el río Tinguiririca, aparecen los cuerpos sin vida de los comandantes "José Miguel" y "Tamara". Al momento de su muerte Rodrigo cumplía 30 años.

Comandante José Miguel:
Seguiremos tu ejemplo de poner la dignidad tan alta como la Cordillera de los Andes

Por la memoria de nuestros héroes...

Ni un minuto de silencio, toda una vida de combate

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