Los militantes del FPMR prometemos al ingresar, no defraudar a nuestra clase, a nuestra tierra, a la organización y sus caídos. Lo que identifica al Frente no son sus símbolos, siglas o banderas, es su opción de lucha, es lo que nos une colectivamente en una causa común por liberar a nuestra Patria del yugo capitalista y construir una sociedad igualitaria y fraterna, sin explotados ni explotadores, es sostener los principios de Manuel Rodríguez como patriota ejemplar.
El Frente sigue vigente por haber mantenido su ideario y principios. Ha prevalecido en el tiempo por su capacidad de adaptarse a las condiciones y necesidades de la lucha popular de cada período, con armas o sin ellas, abierta o clandestinamente, pero siempre en rebeldía y conspirando. Nunca ha estado en su horizonte ocupar espacios en la institucionalidad, asegurarse cupos y ser bien visto por los poderosos, al contrario, lo que identifica al FPMR es su complicidad con el pueblo y no con los gobiernos de turno. En ello somos absolutos, la organización no se presta para el electoralismo, la demagogia y el oportunismo que impera en este sistema, rechazamos de plano y desde su génesis el cambiar “fusiles por urnas” como se nos interpeló al inicio de los gobiernos civiles.
Nuestro proyecto es preciso al señalar la diferencia y relación entre nuestras decisiones y las del pueblo -los trabajadores, el mundo popular-. Somos conscientes del papel y perspectiva estratégica de cada cual. Creemos en el poder del pueblo y nos hacemos responsables también del rol de vanguardia que hay que alcanzar y compartir para representar los anhelos de la inmensa mayoría de nuestra gente, tras la voluntad de luchar hasta vencer y sin transar a pesar de los costos que ello implique. Por eso el FPMR no se ha planteado como un partido “legal y formal” ni ser alternativa dentro de este sistema. Su propuesta es luchar junto al pueblo para acabar con este yugo y construir una patria socialista.
Nacimos como aparato militar del PCCH, pero siendo independientes decidimos constituirnos en un instrumento político-militar al servicio de la revolución social. Y si hemos cometido errores en esta construcción, buscamos siempre corregir nuestras deficiencias a partir de mecanismos democráticos propios. Ese es el valor que para nosotros tiene el contar a partir del año 2003, con un proyecto político nuevo y sancionado en el primer congreso, proceso abierto a ser rectificado y adaptado a las circunstancias de cada periodo, tal como ocurrirá una vez concluyamos nuestra segunda instancia congresal.
Hoy asistimos con mucho entusiasmo al fortalecimiento de la identidad del rodriguismo, sus principios, moral y entrega. Sabemos que independiente de las decisiones tácticas o estratégicas a las que arribemos en el 2do Congreso, lo fundamental seguirá siendo sostener la combatividad y rebeldía de nuestra organización, potenciando al FPMR como un instrumento político-militar cada vez más integrado a la realidad nacional, apoyando a los sectores sociales por sus demandas y reivindicaciones, estimulando la formación de cuadros y nuevas organizaciones de base, así como pasando a la ofensiva en pro del poder popular, que es uno de nuestros objetivos estratégicos. El Rodriguismo no es una moda o “cultura”, es un pensamiento y una práctica concreta en el seno del pueblo.
En el complejo panorama actual, la mayoría de las fuerzas se han visto afectadas en su capacidad de encontrar la táctica adecuada y coherente para encarar el cambio de período que como secuela domina la política nacional. Por nuestra parte hemos debido sufrir el intento de desviarnos más de una vez de nuestros objetivos originales, por intereses ajenos incluso a la política, lo que ha sido revertido gracias en gran medida a los conceptos de continuidad político-orgánicos avalados mayoritariamente a lo largo de nuestros 27 años de lucha ininterrumpida. No es menor que el Rodriguismo sea un pensamiento construido sobre la experiencia y unidad en la lucha del FPMR desde su autonomía como organización patriótica y revolucionaria, y no ha trasmutado en componendas personalistas o caudillistas, acomodamientos o coqueteos con la institucionalidad opresora, ni menos atomizarse en paralelismos fugases y mezquinos que luego son repelidos por sus propios seguidores al ser arrastrados hacia posiciones incoherentes y falaces (basta revisar nuestra historia).
Nuestra organización tiene un gran respeto por todos nuestros hermanos de lucha, por ello siempre estamos dispuestos a relaciones fraternas con las organizaciones populares y representación de los distintos pueblos que componen este extenso territorio (lo mismo en lo internacional). Todos sufrimos las atrocidades, marginación y explotación que la clase dominante ejerce a través de su Estado creado a imagen y conveniencia, por ellos nos igualamos y compartimos la causa de cada uno como nuestra. La verdadera unidad se construye en la lucha, no con componendas, maniobras o panfletos.
Saludando para concluir, a todas y todos nuestros militantes, colaboradores y simpatizantes, instándolos a no bajar la guardia y seguir aportando con cada vez más compromiso al proyecto rodriguista y la causa popular, a intervenir con mayor ahínco en los destinos de la organización y su propuesta, a ser continuadores del legado político que se ha puesto hoy en nuestras manos, y de nuestras manos proyectaremos con responsabilidad a las nuevas generaciones que asuman este irreversible camino…la ruta de las y los manolos.
Unidos en la lucha hasta vencer o morir
FPMR en su 2do Congreso!!
Chile, diciembre de 2010
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