martes, 19 de agosto de 2008

Cecilia Magni


"Comandante Tamara"

Cecilia Magni Camino

Es precisamente en la lucha contra la dictadura militar que se forjan nuevos contingentes de combatientes y revolucionarios, que abren camino a nuevas organizaciones.

Es la respuesta concreta a una situación concreta lo que da sustento al desarrollo ascendente de formas de lucha cada vez más avanzadas, ya que la dictadura y sus aparatos represivos imponían una guerra sucia implacable contra el pueblo, guerra que buscaba imponer por la fuerza un nuevo orden social basado en el capitalismo.

Como combatiente del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, Cecilia Magni Camino, "Tamara", se convierte en la encarnación de los valores revolucionarios madurados en la práctica. Los que la conocieron directamente bien dicen que era capaz de hacer de todo, era correo, era infra', era el cuadro militar, era el jefe de las milicias rodriguistas; y todo lo desempeñaba con la misma naturalidad.

En sus inicios enfrentó algunas mentalidades un poco estrecha que impedían aceptar de buenas a primera el protagonismo de una mujer en la organización revolucionaria. Se resistía a cumplir las tareas que a veces nuestro sectarismo le asigna a las compañeras, ella fue combatiente de primera línea, participó activamente en la planificación y ejecución de la Operación Siglo XX, el atentado al tirano, así como en las acciones del 21 de octubre de 1988 (Los Queñes).


Nuestro homenaje a Cecilia Magni Camino, Comandante Tamara
Siempre será difícil resumir en palabras una vida tan agitada, llena de entrega y amor a sus ideas, al Rodriguismo y, por sobre todo, a su pueblo.

Es que Tamara era capaz de hacer todo: era correo, era la "infra", era el jefe militar y era el jefe de las milicias rodriguistas. Y todo lo desempeñaba con la misma naturalidad, con la misma entrega, dedicación y esfuerzo.

Se inició en momentos en que su posición de jefe era discutida palmo a palmo con la capacidad de muchos y también con una mentalidad un poco estrecha, que impedía aceptar de buenas a primeras a la jefe mujer. Pero ella nos ganó y se impuso como calidad revolucionaria.

Nuestra mujer combatiente
Tamara es un ejemplo y su dedicación sintetiza la actitud de nuestras hermanas. Se comprometió con todo. Será la historia que recoja la vida de esta mujer caída por amor a la patria.

En muchas oportunidades hemos dicho que el Rodriguismo es una actitud ante la vida, de superación, de lucha y con gran voluntad de vencer. Tamara sintetiza nuestro pensamiento.

Tamaras han existido y existirán siempre; no se trata de hacer de ella una imagen inalcanzable; sólo pretendemos ser justos con esta corta pero intensa historia de una mujer revolucionaria.

Llena de ímpetu y de energía, sus metas muchas veces no pasaban por limitaciones orgánicas; así la conocieron pobladores humildes y estudiantes.

Cayó como ella quería: combatiendo. Se resistía a pensar en cumplir las tareas que a veces nuestro propio sectarismo le asigna a nuestras combatientes, la retaguardia. Fue una combatiente de primera línea, exigió su lugar en el combate y cumplió en él.

Finalmente, Tamara cayó para vivir en el corazón de nuestro pueblo. Su imágen seguirá recorriendo las poblaciones, junto a la mujer pobladora.

Comandante Tamara: Tu heroismo sin límite será nuestra bandera de lucha y un ejemplo inmortal que vivirá en cada generación Rodriguista.
¡¡ Y allí estarás, junto a nuestros héroes, presentes para siempre !!

Por la memoria de nuestros héroes...

Ni un minuto de silencio, toda una vida de combate

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