lunes, 6 de septiembre de 2010

Preparativos Segundo Congreso del FPMR

“Cada uno de nosotros va siendo menos dueño de si mismo, y cada vez la vida de uno va siendo de la organización, de la causa. Pero para poder decir eso hay que situarse en la perspectiva; y eso soluciona una serie de otros problemas que tenemos, cuestiones que arrastramos y que yo veo con entusiasmo que las vamos resolviendo, pero que aún nos falta mucho a todos.” (Raúl Pellegrín)

A través de esta breve síntesis los rodriguistas queremos compartir con los sectores populares y organizaciones hermanas, detalles y pormenores de nuestro Segundo Congreso, donde junto con describir dicho transito a grandes rasgos, señalamos también las contradicciones que hemos debido y tendremos que abordar, pues el debate estratégico de una organización revolucionaria no se hace en abstracto, de manera estática ni formal, o para salir del paso, sino con la intención de rectificar y superarse en la búsqueda de las mejores herramientas para seguir luchando.

Estamos en un preámbulo de la planificación donde nos interesa analizar todo lo hasta ahora obrado, lo bueno y lo malo, el tipo de construcción en desarrollo, las tareas generales y particulares que nos sitúan en la contingencia, el trabajo político social, la evolución en cuadros y militantes, las relaciones sociales y políticas, los problemas viejos y nuevos, todo lo que evidentemente será materia del debate que como responsabilidad colectiva e individual concretizamos este año 2010.
En términos generales el Congreso Rodriguista es el mecanismo más importante que nuestra normativa establece para intervenir tanto el quehacer global como nuestra vida interna, en correspondencia con los cambios que se han ido produciendo en la situación política nacional e internacional, así como para cualificar las capacidades de conducción, las líneas de trabajo, la construcción de fuerzas, lo mismo la vida interna del FPMR como instrumento político partidario, ello mediante el centralismo democrático que hemos definido como método de resolución, en el marco de una metodología participativa en deberes y derechos, documentada y aterrizada a la realidad en la que interactuamos para conseguir los objetivos que se esperan de esta instancia tan trascendental.

¿En que contexto realizamos este segundo evento?

A nivel nacional, ya hemos planteado que después de las últimas elecciones nos encontramos en un periodo de continuidad y cambio, donde el sistema sigue siendo el mismo pero se han producido influyentes modificaciones en su conducción. El cambio de correlación de fuerza se expresó abiertamente dentro del Bloque en el Poder, con mínima incidencia del campo popular en esto y el curso de los acontecimientos dentro del país. Sin duda la situación política ha resultado mucho más compleja que las previsiones que se hicieron el año pasado, donde muchos decían que la existencia de un gobierno de derecha, o la crisis económica, significarían casi automáticamente condiciones favorables para instalar propuestas de lucha popular radicalizadas.

En este escenario de decantamientos, la izquierda y hasta nuestra propia estructura ha experimentado modificaciones internas, lo cual significó por ejemplo para el Frente, enfrentar y neutralizar la grave tendencia personalista y caudillista de quien fungiera de voz pública de la organización en los últimos 3 o 4 años (JG), que culminó con su expulsión y un par de alejamientos debido a la confusión por este generada (de lo que hemos estado informando personalmente a las organizaciones y compañeros cercanos), enfrentando con ello una maniobra cuyo fin era el desmembramiento de la organización mediante la estigmatización de su dirección y el contrabando político e ideológico de posiciones ajenas al proyecto.

Resuelto este difícil obstáculo, la organización se enrumbó y encuentra abocada de lleno hoy a los preparativos de su segundo evento congresal, el cual a diferencia del primero (octubre de 2003), se plasmará en una realidad más compleja que la anterior y los rodriguistas siendo partícipes de diferentes espacios populares y de trabajadores, por eso están importante para nosotros cumplir objetivos políticos más que bullados ejercicios mediáticos o burocráticos con este tipo de instancias. Nuestro derecho y deber es hacer respetar los acuerdos y criterios señalados en el proyecto original, que busca transformar al FPMR en un instrumento revolucionario con una propuesta cada vez más asertiva y construida para y desde el pueblo, lejos del oportunismo y la demagogia.

Como ha quedado de manifiesto desde su surgimiento, sólo el Frente Patriótico Manuel Rodríguez como referente ha podido vigorizar y unir al rodriguismo militante en torno a un programa concreto de lucha, ser su propia continuidad histórica y salvaguardar el legado de tantas y tantos luchadores que aportaron a su construcción (otros intentos u aventuras disociadoras no han podido superar este principio natural de la experiencia iniciada por Raúl Pellegrín y Cecilia Magni a comienzo de los 80’s, sobre todo luego de la separación del PCCH).

Características y contenidos del II Congreso

Lo primero es expresar que a diferencia del Primer Congreso en octubre de 2003 (que tuvo como preámbulo varios años de debate y organización) hoy no estamos elaborando un proyecto sino interviniéndolo, lo que nos ha determinado ritmos y metodologías distintas. Como se ha señalado, ya es un factor que la organización este inserta en determinados espacios desarrollando políticas y planes que demanda la contingencia y la construcción diaria, lo cual este año se mantiene aunque sea en una cadencia menor. “La idea es no cerrarnos entre cuatro paredes a discutir, sino todo lo contrario, sacar el congreso y transformarlo en un arma más de la acción política, uniendo este ejercicio concreto a los basamentos del proyecto más allá de lo teórico” (documento “Camino al II Congreso, mayo 2009).

El objetivo es superarnos en la idea y la acción, ver cómo nuestra política y nuestra táctica se hacen más cada vez más asertivas y vinculantes con el carácter patriótico, popular y revolucionario de nuestro proyecto y sus objetivos estratégicos.

Hay que señalar que los contenidos del Segundo Congreso nuevamente surgen de un quehacer colectivo, en que tanto los objetivos, contenidos y pauta general han sido debatidos y resueltos por diversas instancias internas, y que la dirección actual cumplirá con desarrollar sus labores hasta dejar en manos del Congreso sus funciones, instancia máxima dirección y conducción por el tiempo que dure este proceso de decisión estratégica y táctica.

Finalmente esperamos realizar actividades que nos permitan sumar opiniones más allá incluso de la militancia activa, pues de lo que se trata es de recoger la mayor cantidad de sensibilidades cercanas o coincidentes con parte de nuestro proyecto (relaciones, colaboradores, simpatizantes, sujetos sociales o dirigentes de base).

Acerca del método

Respecto a la metodología, hoy estamos desarrollando la fase preparatoria o “pre-congreso” (formación de equipos de elaboración, actividades educativas y de difusión), para luego iniciar el evento de congreso como tal, el que se sintetizará en debates y resoluciones en torno a un documento central, que partirá siendo una pauta de puntos a cambiar, variar o agregar al proyecto, precedido de un análisis actualizado de la realidad nacional e internacional, que finalmente quedará compilado y publicado como Resoluciones del II Congreso Rodriguista.

Está considerado según la experiencia del primer congreso, fórmulas conducentes que abran primero el debate por colectivos, se vaya quemando etapas hasta culminar en un cierre con plenarias encabezadas por los delegados, donde se voten las resoluciones y la nueva dirección. De todo este mecanismo dará cuenta el Programa del Congreso en términos metodológicos como normativos. Posterior a esto pensamos realizar un encuentro abierto o acto público para difundir las resoluciones a las que se llegue.

Por ahora nuestros plan es ordenarnos en forma y fondo para realizar el debate democrático, creativo y con madurez que requiere nuestro congreso, para así arribar a los resultados que todos esperamos en función del crecimiento del proyecto, la unidad de la organización e interpretación de los sectores populares que apoyan nuestra propuesta.

Acerca de los contenidos

Para iniciar el trabajo se ha confeccionado una pauta general de contenidos con el objeto de analizar cada política, que será la base temática a considerar para las elaboraciones y los debates, ya sea para ratificar, rectificar o cambiar planteamientos de nuestro proyecto, como de nuestra política para el período.

El debate del Segundo Congreso aborda cuatro grandes contenidos: el marco político nacional e internacional, la evaluación del desarrollo del proyecto en la etapa que se cierra, las propuestas de modificación al proyecto y el programa para el período (general y por líneas).

El primer contenido como es necesario, deberá determinarnos el escenario general donde situaremos las políticas, los factores que inciden y acompañan el proceso de organización y de lucha. El segundo, la “evaluación”, tiene como fin contar con un balance de los avances o retrocesos de nuestro programa, en particular cada una de las definiciones y opciones que adoptamos durante la etapa que estamos cerrando (el hacernos cargo como dijéramos, de lo bueno o malo que hemos hecho). Este punto es fundamental para establecer a ciencia cierta, si las políticas seguidas han sido las correctas, fueron mal aplicadas o simplemente nunca se aplicaron, con el objeto de tratar conceptos bien precisos respecto a las críticas y autocríticas que debemos hacernos, lo mismo en la precisión de las nuevas propuestas y cambios a realizar en nuestro programa o líneas particulares.

En cuanto a las “propuestas de modificación al proyecto”, se han establecido algunos criterios obligatorios para dar comienzo a las elaboraciones, buscando sean aplicados por los equipos a la hora de redactar la parte del documento central que les corresponde (línea orgánica, de masas, propaganda, etc). En este sentido, se espera la mayor claridad posible respecto a las propuestas, las cuales sin pretender sean la última palabra (su rol no es resolutivo), si deben permitir abrir un debate político preciso sobre lo que pronunciarse. Por lo mismo los equipos tienen la posibilidad de convocar a nivel central, a charlas o actividades de formación que permitan superar la superficial interpretación de conceptos que a veces se tiene por desconocimiento, lo que puede confundir y hacernos debatir sobre algo sin contar con la base científica, un aspecto de la democracia revolucionario que debemos privilegiar frente a la militancia más joven sobre todo.

En cuanto al “programa para el período”, esto no es más que la línea política que aplicaremos los próximos años, especialmente en lo táctico, lo cual dependerá también de las definiciones estratégicas que se determinen ante las nuevas condiciones y necesidades de la lucha en nuestro país y su entorno.

Criterios de elaboración

Aquí dejamos descrito los criterios y objetivos que se buscan en cuanto a profundidad y sentido estricto de las elaboraciones y propuestas:

- Una política es un lineamiento sustentado en ideas que derivan en una práctica determinada, por lo que intervenirla desde un punto de vista crítico, pasa necesariamente por enfrentarla tanto en la concepción como su aplicación. Hay que atacar causa y efecto para llegar a propuestas efectivas en lo que se pretende cambiar o mejorar.

- Las propuestas no pueden ser un listado de reivindicaciones o de pretensiones abstractas. Al abordar una línea particular hay que hacerlo pensando en el contexto y las experiencias. Cualquier propuesta debe ser aplicable y posible de ser medida en el tiempo (sobre todo en sus consecuencias).

- Las propuestas deben ser y basarse en argumentos sólidos. Las mejores soluciones son las que se sostienen sobre realidades, tácticas creativas y consecuentes, contrastadas en razón, pues para mejorar las ideas hay que demostrar el salto al modificar tal o cual posición. Hay que evitar que nuestras propuestas tengan el sesgo de gustos individualistas, megalomanías políticas, pragmatismos, desinformación, falta de modestia o nula autocrítica.

- Las propuestas son para llevarlas al debate, de ahí la claridad, profundidad y convicción que deben tener. No olvidar nunca que luego hay que hacerse cargo de la aplicación de estas. Debemos convencer con argumentos sólidos que una modificación o nueva política es para superar la experiencia (cualificar). Para esto hay que pensar en el conjunto, en la organización, y no sólo en el espacio local, sectorial o territorial en el cual nos desenvolvemos, de lo que se trata hoy es aportar desde las mejores experiencias al crecimiento del proyecto en su totalidad.

Estos son algunos elementos que podemos señalar por el momento, esperando luego tener la oportunidad de publicar detalles más conceptuales del desarrollo del debate, lo mismo del curso del propio congreso o sus actividades contiguas. Agradecemos de ante mano la preocupación y futuros aporte que nos haga llegar, en especial todo lo que pueda servir para fortalecer la unidad, organización y lucha de nuestro pueblo.


Frente Patriótico Manuel Rodríguez
F.P.M.R

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